Yesica Toscanini

ALPAT · December 7, 2015

Happy Little Moments bags ss 2015-16

ALPAT · December 18, 2015

Editorial from D-Mag magazine December 2015 Issue.

Por Mariana Riveiro
Fotos: Gabriel Machado
Estilismo: Caro Mergherian

En la terraza del estudio de Villa Crespo en el que se hace este shooting, el sol calienta fuerte. Es de mañana y Yesica Toscanini espera tranquila mientras la maquillan, le prueban accesorios y planean su peinado. Nació en Junín en el 1986 y allí vivió cuatro años con sus cuatro hermanos mayores. A los 29, está en pareja con Fabricio, un ex compañero de la facultad de Ciencias Ambientales y se prepara para ser madre en un tiempo cercano. Después de casi 15 años de carrera, en una época más calma de su vida, en la que disfruta de un buen libro y de ver películas en la cama, habla acerca de las decisiones que la llevaron hasta dónde se encuentra hoy, ese lugar en el que siempre quiso estar.

¿Cómo fue el pasaje del campo a la ciudad? ¿Costó adaptarse?
No tanto, porque mis papás en los 90 se vinieron a Ituzaingó, en zona Oeste, que es más barrio, pero el cambio no fue tan abrupto. Mis viejos son de San Miguel y de San Martín y se hicieron una casa en Junín ellos mismos, casi hippie, y creo que fue muy sano crecer ahí.

¿Quién fue la primera en insistir en que seas modelo?
Siempre hay alguien… En mi caso, tenía 15 y fue mi tía. Pero en esa época, la moda no era un tema tan disponible, no te enterabas tanto del medio. No era como ahora que uno puede ver moda en internet, en la tele, etc. Estaban los desfiles de Giordano, nada más. Y me trajo un recorte de un scouting de Dotto en 2001. Así que empecé un curso de 4 meses y ellos filmaban las clases de pasarela.

¿Tus papás se la bancaron bien?
Mis viejos estaban dispuestos, si yo quería. Y un día voy y me dicen: “te esperan a una cuadra, en la agencia”. Y ahí estaba Alejandro García, que en ese momento era booker de la agencia. Charlamos, llevé fotos para el concurso. Y entonces empezó todo.

Y se vino toda la movida esteña…
Claro. Al final fui pasando los filtros del concurso, conocí a Pancho, quedé entre las 30, después entre las 15, fui a Punta del Este una semanita, y eso lo disfruté mucho porque era un caos pero hacíamos fotos, pasarela, fue intenso y atravesé una época de mucho aprendizaje. Yo era muy tímida, no tenía ni siquiera 15. Después llegaron las fiestas y La Fontana. Estuve un mes y medio alejada de mi familia, con los ojos enormes y me preguntaba: ¿Qué es esto? ¿Qué hago acá? Y pronto empecé a trabajar bastante, viaje a Chile, se hizo una rutina. Yo nunca quise dejar la secundaria, y esos dos o tres años se me pasaron muy rápido entre la escuela, estudiar y trabajar.

Siempre mantuviste tus responsabilidades y el colegio, ¿cierto?
Yo era muy responsable, siempre lo fui. Cuando terminé la secundaria ya empecé a tener ganas de viajar al exterior y le plantée eso a Pancho. Me fui a NY con una agencia que él conocía allá y me fue muy bien. Yo no quería quedarme en Estados Unidos. Tenía mi familia acá y extrañaba. Iba por algunos meses y volvía, fue entonces cuando surgió lo de Sports Illustrated, (fue parte de la revista en su swimsuit edition en 2006 y 2007). Fue una época muy productiva. Desde ahí viajé a muchos lugares, a Europa, a Tahití, las islas vírgenes en Grecia, Turquía, a Madagascar. Soy muy afortunada, lo disfruté, pero en definitiva para mí era un trabajo. Y uno no está con la gente con la que desearía estar pero es alucinante. Tuve la suerte de trabajar con fotógrafos muy grosos.

¿Tenés amigas en el medio?
En este mundo hay de todo, gente frívola que pasa de largo y otra que te va dejando algo. No son muchas las amigas del medio pero lo que nos pasa mucho es que por ahí te encontrás con alguna y pasás tres o cuatro días con un par y es súper intenso y después no te ves por un tiempo. Y esas son amistades que sabés que si tenés que contar con ellas, van a estar.

¿Pensás que cambió mucho el medio en ese sentido?
Hoy las chicas de 15 te pasan como un a-vión, es otra historia. Yo pude manejar bien la situación que me tocó y la disfruté bastante. Fue muy intenso, pasó volando pero tengo miles de recuerdos increíbles.

¿Alguna vez pensás en lo que vas a hacer cuando tu carrera termine?
Sí, lo pienso desde el principio. Todo cumple un ciclo. Además, como yo era re tranquila cuando era chica, de hecho era amiga de otras chicas más grandes: Marina Marré, Roxana Zarecki y otras que ya estaban donde estoy ahora yo, y ellas se lo estaban planteando. Yo había empezado a estudiar Ciencias Ambientales y me encantó, quisiera retomarlo. Eso es una posibilidad. Y claro que uno también quisiera aprovechar lo que generó en este ambiente. Pero ese momento llega y uno se plantea cómo sigue todo. Yo creo que mi límite es cuando tenga hijos.

¿Por qué ves ese límite tan concreto?
Porque quiero estar presente yo, no irme todo el día ni estar constantemente en eventos. Creo en una vida más tranquila, hogareña. Elijo bien a dónde ir y también evalúo la gente que me invita. En ese aspecto nunca fui de salir en todos lados y de ir a todos los eventos, pero hago cosas puntuales que me parecen de calidad. Hay producciones divinas como estas en las que uno llega y se divierte pero hay otras cosa que no tanto.

¿Y para cuándo proyectás ser madre?
Desde que lo conocí a mi marido, jajaja. Por ahí en un tiempo corto. Estamos juntos hace dos años y dos meses.

¿Y ya te casaste?
La verdad es que sí, son edades en las que una puede estar papando moscas por 5 años y de repente no dudás y decís: es él.

¿Cómo se conocieron?
Era compañero mío en la Facultad. Con el tema de los viajes, nunca podía estudiar, y cuando eso aflojó decidí retomar el estudio y nos conocimos.

¿Pensaste en dedicarte a alguna profesión asociada a los medios?
La verdad es que como actriz no me veo, pero he hecho algunas cosas sueltas. Tuve una época en la que me importaba mucho la independencia, me importaba tener disponibilidad para viajar, y no quise participar de programas porque tenían mucha dependencia en términos de días y horarios. No era el momento, o no era el proyecto, tal vez.

¿Te imaginás madre de muchos chicos?
Sí, y…estoy acostumbrada a la familia grande. De tres a cinco le dije a mi marido. Nada de uno o dos. Igual uno habla porque no los tiene, después hay que ver… Lo que suceda va a estar bien, el limite será hasta dónde podamos darle amor, y disfrutarlo. Tampoco volverse loca.

¿El casamiento fue una fantasía para vos?
Cero, soy cero de lo establecido. Siendo mujer uno siempre piensa en casarse y en la familia pero no creo que se base en la fiesta, el vestido y todo eso. Aparte yo creo que las modelos ya estamos muy cansadas de ponernos el vestido de novia y lo que menos pensamos es en eso. Soy muy relajada y él también. Así que lo nuestro va por otro lado.

¿Hacés algún trabajo espiritual?
No mucho. Nunca fui de ir a terapia, lo hice alguna vez y me sirvió en ese momento, pero no soy de las personas que creen que hay que ir constantemente, porque sino ya perdés tu capacidad de resolver los problemas y de crecer por vos misma. Me falta tiempo para meditar, para bajar un poco la ansiedad y calmarme. Me gustaría que fuera un hábito, porque los efectos llegan cuando uno es constante. También me encantaría hacer un poco de baile. Un poco de todo.

Siempre te corriste de los parámetros clásicos, ¿cómo medís es el éxito hoy?
Creo que es diferente para todos. Para mi hacer esta nota con este equipo y que el producto quede divino es un éxito. Llegar a casa y que me espere mi marido en casa con unos mates también. Y el día de mañana con un baby, ¡ni te cuento!.